sábado, 6 de enero de 2007

Voces

Miro las paredes por timidez. Hay fotos de fetos, hay fotos del Papa, hay cruces pro familia. Más que buenas excusas para escaparme; ¿de qué? De mi voz que alguna vez fue linda. Pero hay pureza alrededor si no miro las paredes. La pureza la trae el canto. El canto de los otros, imperfecto y puro como Clementina o lo que yo no fui. Yo no soy ni imperfecto ni puro deduzco horas después. Pero en el presente cruzo miradas, destapo mis orejas como en el avión, porque no se destapan del todo y levanto el velo del paladar como en un bostezo que me permite acaso distinguir entre la dulzura y el diapasón. Clementina dice que tengo miedo. Yo asiento y me retiro, ¿hacia la semana que viene? Espero que no. Espero que el canto se manifieste como una alfombra hacia adelante.