sábado, 30 de diciembre de 2006

Un hombre llora y se ríe al mismo tiempo

Está tirado en una cama.
¿Llora o se ríe? Llora y se ríe.
De qué se ríe: de que no puede vivir sin amor.
¿Por qué llora? Porque tiene un amor reservado que no es transferible.
¿Qué hace con ese amor que no puede dar? Lo llora.
Y ríe loco. Eso, está loco, casi loco.
Balbucea:- por qué así, por qué así. Pero finalmente logra levantarse de la cama y hace el llamado por el que se reía. Y su amor no es transferible pero se cree capaz de dar igual, y cocina amorosamente un tuco para los fideos italianos que él no considera gran cosa pero que son sinceramente apreciados por ella.
Luego necesita tomar unas fotografías de ella. Hoy, la vuelve a encontrar especialmente linda y quiere retratarla. Lo hace. Ella se presta dócil.
Él parece curado a la mañana siguiente. No es que haya recuperado sus ganas de trabajar, pero su pecho está relajado.
Se encontrarán casualmente en la calle, otra vez, (él y ella) y esto no querrá decir nada pero los pondrá contentos. Ahora es ella la que se irá de viaje.
Él calculará un llamado cuando ella esté pensativa en el micro, cerca de la medianoche.