domingo, 11 de enero de 2009

trato con la herida (mariconeada)

Vos sólo querías mostrarme tu nuevo cavado
E irte contenta y bañada al encuentro de tu amado imbricado pasado.
Eso seguro venía acompañado de la escenita del pudor; tan simpática…
Y fue mi único logro de todo este tiempo: no mirarte esta vez, no seguir despertando un cuerpo que por más que le hagas sigue inerte. ¿Despertar para qué? ¿Para cosquillear en un rito de reptiles hibernados a una amiga más muerta bajo el sol de las playas bonitas del sur? El sur negado.
¿Qué es el yo? Yo no quiero más yo. El yo me resiente, me deja escribiendo pavadas. Me hace sentir víctima de las atroces picaduras de culebras, me saca el humor, me dramapatetiza
...
Pero hoy ya no soy yo.

1 comentario:

lexi dijo...

este me encanta!
gracias por pasarte!

saludos!