martes, 12 de octubre de 2010

acción

“Me gusta nadar con tiburones” dijo habiendo bebido apenas medio vaso del negroni. Sentí que mi boca se abría de la manera que siempre le pasaba a ella cuando se sorprendía con algo, como por ejemplo esa misma mañana que me vio aparecer con el parche en el ojo. De hecho mi ojo derecho –el descubierto- focalizó por primera vez desde que tenía el parche. Estaba, aunque con un solo ojo, viendo con más claridad.
-¡Qué! Vos leíste el libro de Bizzio- pregunté.
-No, es la parte que me leíste vos en la cama.
-Bueno, él la termina dejando para volver con su anterior mujer.
-Si eso es lo que vos hacés me dejarías de gustar.
¿Qué es esto: una pulseada de condiciones?, pensé. El vaso quedó sin terminar pero esta es otra historia. Lo cierto es que yo miré alrededor y no vi ningún tiburón. There ain’t no sharks around, baby!
Uno podrá convenir que hay situaciones que sugieren más acción que otras, pero también donde uno ve acción otro puede ver estupidez a gran velocidad.

Un dato:
Según escuché, el “pueblo” de Lobos es el lugar donde se registra el más alto consumo de cocaína per cápita de toda la Argentina; y en la calle principal están –según sean aficionados o no- quienes caminan por una vereda y quienes caminan por la otra (acá sin metáfora). ¡Felicitaciones!

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