lunes, 31 de octubre de 2005

disperso

Hoy estoy atrapado, entre la hora, los caminos de la libertad, les femmes. Tengo hambre. Es un hambre raro. Fumo. Voy a buscar a la vecina? El domingo a la mañana me la encontré en el momento justo que pedía el diario. Ella pidió el clarín y se excusó: -me quiero pelear un rato –dijo.
Estaba suave, recién cogida. Claro fue eso: una sugerencia de promiscuidad en sus modales. Uf, ella seguía a buscar pan, yo le apoyé la mano en el sacro, ella me besó con cierta remanencia. Un asquito casi sentí. Lindo, lindo. The Cure bajo la influencia de mi droga. Mis páginas se vuelven sexuales como si el sexo se me volviera literatura; hoy pensé en Sartre y las contradicciones. Tanta contradicción me persigue en círculos, en espirales. Menos problemas, más acción. Abriré la lata de atún esta noche.
La lengua; por la lengua se preocupa la lingüista. Yo también me preocupo, pero por qué somos tan conservadores en esto si supuestamente no lo somos en lo otro. La lengua es indomable. La CNN también es parte de la historia, y muy pequeña; sueno raro diciendo esto. La llamo a Andreíta. Andreíta me dice 4 cosas muy lindas: ... Ya casi salgo. Voy a alquilar un film para salir del todo. Tal vez Lolita de Kubrick. Tengo un pan para el atún. Close to satisfaction. Dale que va.

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